domingo, 27 de noviembre de 2011

Palabras

Palabras, sólo son palabras... nunca podrán llegar a expresar todo aquello que pasa por mi alma en este momento. No es suficiente, porque ni la más hermosa de las fragancias puede ser descrita correctamente. Nunca sería justo a su esencia si se le adjudicase un montón de significados, porque jamás lograrán describir su belleza...
Palabras, son sólo palabras, todas aquellas cosas que podría decir en este momento, y sin embargo no harían justicia a este dolor, porque no en vano se me ha partido el alma en mil pedazos, y ningún poema podría expresar como me siento. No existe posibilidad de explicar tal cosa, porque nada es suficiente, porque todo es muy poco para tanta tristeza. Aún así, sabiendo que es imposible, escribo estas líneas, pero no son para referirme a mi dolor, son solamente para dejar salir una parte de él.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Cansada...

Cansada de llorar. Cansada de sentir que me desgarro por dentro...
Hay momentos en que todo parece mejor, pero luego vuelve a doler tanto como antes, o más. El dolor no se va, y sientes como te desarmas lentamente... como nada alcanza para hacerte feliz, porque estás tan destruído que no eres capaz de sentir nada más que angustia y tristeza.
Ese nudo en la garganta, esa sensación de abandono se vuelve más fuerte a medida que pasan las horas, porque no hay suficiente fuerza en tu interior para desmentir lo que está pasando. No tienes ganas, porque no sientes que haya algo por lo que luchar... no sientes que al otro le interese lo que te está pasando, porque mientras el dolor te come por dentro, no hay nadie escuchándote. Es un dolor agudo, impensable... no soporto intentarlo sola. No vale la pena lucharla, para seguir así otro día más....

martes, 15 de noviembre de 2011

Cómo seguir?

Cuando el dolor cae sobre tu cuerpo, sientes tanto miedo que no puedes contenerte. Cada palabra hiere hasta lo más profundo de ti, dejándote totalmente inútil para actuar, haciéndote preso de tus propios pensamientos. El dolor va matándote lentamente, mientras la vida sigue e intentas soportarlo lo mejor que puedes. Las soluciones no existen, no hay posibilidades. Todo está nublado, oscuro, y los caminos son más difíciles o lejanos. La forma en que las cosas van ocurriendo mantienen el cuerpo desorientado y los pensamientos arremolinados, solo divagando de un estado al otro, para volver a enfocarse en el mismo asunto, y es así, como todo te trae devuelta a tu dolor, a tu angustia, y sin querer, vuelves a pensar en lo mismo una y otra vez. Nadie puede entenderte, porque el dolor que sientes es intransferible, ni siquiera encuentras palabras para expresarlo. El llanto te desahoga, sólo por unos momentos, hasta que se vuelven a acumular recuerdos y palabras no dichas en tu garganta y todo vuelve a estallar otra vez.  Ni siquiera tienes las noches para estar en paz, hasta tus sueños confabulan en contra de ti, y ya no estás a salvo en ningún lado... todo lo que ocurre lo hace sin descanso, y tu cuerpo ya no puede más con tanto sufrimiento. No sabes si eres capaz de soportar otro día de esta forma. Así, comienzas a levantarte cada día con menos ánimos, armando rutinas anti soledad, pero cuando menos lo esperas, fallan, y ahí estás, sola frente al mundo, otra vez con tus pensamientos y con la angustia a flor de piel. No estás a salvo en ningún lado, porque eres tu quien se persigue a si misma, es tu propio dolor el que no te deja vivir, es todo lo que te rodea lo que te hace sufrir. Ya no ves colores, no ves sentimientos alegres, no ves ni quieres ver nada más que esto, porque no hay otra cosa para ti hoy, porque el soportar lo que te ha tocado te hace convivir con el dolor. Cada momento, te recuerda quién eres, pero es imposible soportarlo, y así, cada instante, luchas contigo mismo, intentando continuar, y luchando con el impulso de darle fin a tal tortura. No, ya no puedes, los días son eternos. Miras hacia adelante y crees ser incapaz de continuar. Te mueves por inercia. Necesitas ayuda, pero no la tienes.

martes, 8 de noviembre de 2011

(Última) charla.

Aparentemente, hoy sería nuestra última charla. Luego de varios días de agonía, volveremos a hablar, espero que ésta vez sea sinceramente...
En verdad, en este momento no tengo ganas de hablar, no quiero ver a nadie, y menos ganas tengo de hacer cosas. Cuando algo muy adentro tuyo está roto, es muy difícil seguir adelante... no sólo el hecho se sentirse mal, triste y dolorido es lo que no deja seguir, sino el estar solo, luchando contra el mundo, intentando fingir para sobrevivir... es molesto estar así, pero pareciera que todo sigue igual, a tu alrededor la gente continúa, y a pesar de escuchar dos o tres palabras de consuelo, no hay nada más doloroso que ver como el mundo continúa su rumbo, con o sin ti... Nadie se va a parar a esperarte, ni a acompañarte, ni nada. Simplemente siguen. Sé que todos tienen cosas con que llenar su vida, maridos, hijos, novios, amigos... pero la vez en que más sola te enfrentas a algo tan feo, te das cuenta de que nada de eso importa, porque eres tu, nuevamente, solo intentando salir adelante, buscar un nuevo camino, reacomodar las cosas como sean...

domingo, 6 de noviembre de 2011

sábado, 5 de noviembre de 2011

Mañana...

Tal vez mañana pase algo importante, no lo se... desearía que en ese mañana hubiera un "nosotros", pero se que es casi imposible, ya que en mis planes hay otras cosas... Quizás me equivoque y estemos juntos, pero creo que esta vez no quiero. En verdad no se qué es lo que quiero hoy, ni mañana, porque soy incapaz de pensar en este momento... prefiero sentarme con un cigarro en la mano, mirar al vacío y solo imaginar cosas imposibles... Me duele tomar una decisión hoy. Me duele y mucho, pero deja de dolerme cuando me acuerdo de todo lo que pasó, y ahí es cuando me vuelve el coraje y... No, mejor sigo mirando la nada por otro largo rato, sola, tranquila. No quiero apresurarme. Voy a seguir tomándome mi tiempo, esta vez voy a esperar por mi.

martes, 1 de noviembre de 2011

Estúpidos

Cuando las personas se enamoran se vuelven estúpidas. En su sano juicio harían las cosas que hacen cuando están enamoradas. Se pierde totalmente la objetividad... se anula el juicio en cierta forma, y pasa a formar parte de un cúmulo de ideas casi idiotas que nada tienen que ver con su pensamiento propio. Es más que formar parte de algo ajeno, sino es pertenecer a algo que le vuelve frágil e inútil en otro montón de aspectos. Es igual a perder una parte de su ser que le hace especial, porque ahora pasa a formar parte de otro, lo que hace que se unifiquen y se pierda la extraordinariedad de cada uno de ellos. Creer en que hay otra mitad nos vuelve estúpidos, porque no nos damos cuenta de lo increíbles que somos cada uno por separado, y si ese otro no potencia lo mejor de nosotros, solo logra potenciar lo peor y logra hacernos miserables, débiles e inhumanos. Nos volvemos un reflejo, y pasamos a ser la brisa en lugar de ser el viento que antes éramos.